miércoles, 24 de junio de 2009

LA TV HIJA DE PUTA


Flaca, muy flaca. Su ojo izquierdo mira hacia su nariz permanentemente. Canta increíblemente mal. Habla más rápido de lo que piensa, probablemente síntoma de navegar en algún lejano mundo al que la llevó algun desorden psiquiátrico. Un cóctel explosivo si agregamos que estamos hablando de una travesti. Zulma Lobato se convirtió de la noche a la mañana en el objeto de las más crueles de las burlas en los programas televisivos donde aparece. A pedido de una imbécil panelista que cobra su sueldo por fingir que contiene su risa, ella canta resistiré destruyendo toda afinación posible. Como un símbolo. Ella hoy es el símbolo del lugar donde debe estar situado el gay en la Tv argentina: degradado, haciendo el ridículo.
El imbécil medio argentino encontró alguien nuevo de quien reírse en las charlas informales del trabajo, la escuela, las reuniones informales... Aunque ella haya aparecido originalmente en la TV para denunciar el acoso policial, la represión, la violencia que sufren cotidianamente las travestis a las cuales las sociedad las ubicó en el único sitio laboral que decidieron se merecen: la prostitución. "Soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie", cantó a pedido de la tarada que ríe cómplice con los televidentes que ayudan a marcar la línea divisoria entre los que encajan y los que se salen del Guión.
Unos minutos de burlas en la tele y el escarnio público desde la vida social cotidiana no es un gran precio a pagar para Nélida Lobato, acostumbrada a dejar la dignidad en una esquina por unos cuantos pesos.
Como decía, la nueva víctima de la Gestapo de la Normalidad hizo su primera aparición televisiva para denunciar en Crónica TV el abuso policial que sufría. En minutos, la lista de aberraciones quedó en la nada cuando cedió a la tentación de demostrar sus dotes artísticos. Es interesante, cerrando esta opinión, transcribir partes de la exposición que hizo, antes de pasar a ser tratada como ya conocemos.
"La policía nos amenaza permanentemente. Yo sé que saliendo en televisión me pongo en riesgo, sepan todos que si a mí me llega a pasar algo fueron los policías de la comisaría 4ª de José León Suárez. En Márquez y Ruta 8 está lleno de travestis y las dejan trabajar, pero trabajan con arreglo. Les pagan cincuenta pesos a la policía. Y eso es un delito. El jefe de calle es tan atorrante que va de civil y se mueve en un auto particular, y seguro que es el comisario el que lo manda a cobrar los cincuenta pesos a cada chica que ahí está ejerciendo la prostitución. Trabajando en la calle nadie hace fortunas, a lo sumo llegás a ganar cien pesos por día, si los ganás. Imaginate: si hay cincuenta travestis, ¡la plata que se lleva la policía! El 11 de diciembre de 2008 fui amenazada de muerte. Me llamaban permanentemente, me insultaban por teléfono. Y el 27 de enero me llevaron presa. Yo ya les había dicho en diciembre que no les iba a pagar un peso, y cuando me llevaron detenida la policía me robó un reloj, me robó dinero, me rompieron el celular, me metieron en un calabozo todo sucio y me tuvieron encerrada ocho horas. Después me pasearon por El Palomar, esposada, como si fuera una delincuente, y les pedía que por favor me sacaran las esposas porque me dolían. Y se mataban de risa. Yo hice la denuncia en la fiscalía de San Martín, en la UFI 9 y en la UFI 10, y jamás me llamaron a declarar. Quiero que procesen a esos policías, que les hagan pagar lo que me robaron, porque no es justo lo que me hicieron pasar. Me hicieron pasar la peor noche de mi vida. Esto que me hicieron a mí se lo hacen a miles de travestis y se tiene que terminar con esto, porque estamos como en la época de los militares, cuando les pegaban y les robaban las pertenencias a los travestis. Aparte, ellos cobran sueldo para cuidar a la gente, no para estar molestando a los travestis. Nadie hace nada. Ni siquiera las travestis, porque tienen miedo. Si a vos la policía te mata y sos travesti, sos un NN. Y como sos travesti, la Justicia no investiga. Evidentemente hay un vínculo de corrupción entre policía, jueces y fiscales. Y eso lo demuestra que hasta el día de hoy no me hayan llamado para declarar, ni se haya investigado nada. (...)
Cuando trabajo en la calle soy sólo Zulma; si llego a ser famosa, me voy a llamar Zulma Lobato. Y sí... me gustaría que me den un trabajo decente porque yo ya estoy cansada. Prostituirse puede ser algo muy desagradable: te topás con gente drogada, sucia, borracha... Qué más quisiera yo que alguien me ofrezca un trabajo decente.”
Nada más que decir.

1 comentario:

  1. Muy Buen Insight , Ale. Es vergonzoso el papel que se le da al homosexual en la Tv vernácula. esperemos la Lobato se de cuenta del manejo que hacen con su persona y deje de asistir a esos programas pedorros.

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